Un experimento con ratones revela que los ratones se dejan
hacer de todo
Tras dos años experimentando con
ratones de laboratorio “y haciéndoles hacer de todo”, un equipo de científicos
de la universidad californiana de Stanford ha concluido que estos animales
tienen mucha paciencia y son “unos buenazos”.
El objetivo principal de la investigación
era, precisamente, comprobar hasta dónde llega el aguante de los roedores, que
han resultado ser muy resistentes a los insultos. “En una primera fase,
probamos con una cepa de descalificaciones de intensidad media-baja,
gritándoles cosas como ‘capullo’, ‘tontorrón’ o ‘tu madre es una rata’. Ninguno
de ellos afectó a su estabilidad física y emocional”, explica uno de los
científicos.
Luego, en una segunda fase, los
insultos fueron más fuertes -”Cara de culo”, “Maricón de playa” o “Hijo de la
gran puta”- pero tampoco lograron burlar las defensas psicológicas de los animales.
Sorprendidos, los investigadores
empezaron a trabajar en el plano del acoso físico, dando empujones a los
ratones, soplándoles en la cara o mirándoles fijamente mientras les decían “Tú
qué, ¿eh? ¿A ti qué te pasa, subnormal?”. Todos los resultados fueron negativos.
“Fue asombroso descubrir que su
mecanismo de defensa estaba provocando desánimo en nosotros. Es decir: su
completa indiferencia minaba nuestra
capacidad de ataque. Algunos compañeros abandonaron el estudio diciendo que estábamos
haciendo el chorra. De haber prolongado más tiempo el experimento, los
ratones se habrían librado completamente del ataque a su organismo”, declara el
jefe del estudio. “Después de dos años, empiezas a sentir un poco de vergüenza
cuando piensas que has dedicado tanto tiempo y dinero a molestar a unos ratones
que no te hacen caso. Se puede decir que han ganado ellos”, añade.
Ahora, el reto de los científicos es experimentar con humanos a los que poder
implantar el potencial defensivo de los roedores. “No va a ser fácil porque
nuestras estructuras físicas y mentales
son distintas. A dos de nuestros colaboradores les han partido la cara esta mañana
en el metro”, relata el investigador.
Tras presentarse los resultados
del estudio, la portavoz en España de la protectora de animales PETA, Dolores
Parmalat, ha recomendado a los científicos que se metan con alguien de su
tamaño, como por ejemplo “un mastín del Pirineo”.
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